viernes, 28 de mayo de 2010

El genio veneciano.

 Andando por el Paseo de Gracia en Barcelona, me encontré con esta exposición en las Salas de La Pedrera, una de las famosas casas construidas por el mítico arquitecto Gaudí.
Pasen, lean y miren lo que hizo este genio del arte y la tecnología. 


La obra de Fortuny esta profundamente unida a su vida personal; hijo del gran pintor Mariano Fortuny y de Cecilia Madrazo, su pertenencia a una de las dinastías artísticas más relevantes e influyentes de la España del siglo XIX, los Madrazo, hizo que Fortuny fuese educado en un ambiente refinado y erudito que fomentó rápidamente su interés por la pintura, pero las inquietudes intelectuales de Fortuny irían mucho más allá cultivando todos los campos relacionados con la estética, desde la pintura, la fotografía, la escenografía, el diseño industrial y, por supuesto, el diseño de moda y textil en el que Fortuny se consolidó como uno de los grandes maestros de todos los tiempos y en el que plasmó el profundo conocimiento que tenía de los textiles gracias, en gran parte, a la fantástica colección de telas antiguas que poseía su madre y que sirvió de inspiración al joven Fortuny.
Mariano Fortuny y Madrazo fue un artista-artesano, con un estilo ecléctico y en constante transformación y cuya característica principal fue el saber fusionar a la perfección los valores estéticos asimilados del pasado y los tradicionales métodos artesanos con novedosos procedimientos técnicos  gracias a los que conseguía un estilo personal e inconfundible en el que lo mejor del pasado se combinaba a la perfección con lo mejor de la modernidad.
Vestido largo beige de seda plisada decorado en las costuras con cuentas de cristal cilíndricas negras rayadas en azul. Sobre él, un abrigo de terciopelo verde, decorado con motivos vegetales y florales estarcidos en oro. Se ajusta al talle con un cinturón de terciopelo verde.
1910-1949 (ca)
"El mago de Venecia"  pretende re descubrir el personaje de Fortuny profundizando y plasmando su universo estético a través de 130 piezas entre las que se mezclan grabados, fotografías, textiles y, sobre todo, sus espectaculares diseños de moda.
Además, gracias al fabuloso montaje expositivo el visitante se puede adentrar en la obra de Fortuny y entender el contexto refinado y elegante en el que vivía y en el que encontraba inspiración constante.



De este modo en la exposición, a pesar de la excesiva oscuridad del montaje por motivos de conservación, el visitante podrá contemplar algunos ejemplos de las obras más relevantes de Fortuny, como por ejemplo el Knossos, un fantástico foulard confeccionado en gasa de seda y decorado con los motivos típicos de la cerámica cretense, que causó gran sensación en la época.
Falda larga de seda plisada en color gris (Delphos) y velo rectangular llamado Knossos. Sobre fondo rosa salmón, se dispone una decoración con motivos vegetales y geométricos en color azul, rosa y negro.
1906-1930 (ca)
Por supuesto en la muestra no podía faltar otro de los grandes hitos de la producción de Fortuny, el vestido Delphos , un vestido-túnica inspirado en el chitón jónico y elaborado a partir de cuatro paños de tela plisados y unidos entre si por minúsculos cristales de Murano. Su sencillez y su perfección no solo le hizo objeto de deseo de mujeres como Isadora Duncan o Peggy Guggenheim sino que supuso todo un posicionamiento conceptual sobre la revolución femenina del siglo XX, además de ser el único diseño de moda que a lo largo de la historia se ha considerado una autentica obra de arte.

Las texturas, lo colores y las estampaciones de los modelos de Fortuny hacen de cada uno de sus vestidos piezas completamente irrepetibles en las que el virtuosismo técnico que alcanzó en la estampación textil permitía imitar brocados, bordados o texturas de una manera tan minuciosa que solamente al tocarlo se podría descubrir que se trataba de una estampación y no de un bordado real.
Vestido de seda en raso plisada de color gris azulado, ajustado bajo el pecho con un pasacintas por el que pasa un cordón en cuyo extremo van unas cuentas de cristal de color azul. La chaqueta, de terciopelo de seda de negra con decoración vegetal estarcidas en plata. Todo el perímetro y las bocamangas está decorado con una cenefa estampada con motivos cachemir en azul.
1920-1949
Pero además de los fantásticos vestidos, la exposición descubrirá al visitante el resto de disciplinas en las que Fortuny volvía a mostrarse como un auténtico genio, como por ejemplo en la serie de grabados inspirados en las operas de Wagner, o en las fantásticas fotografías panorámicas de Venecia, una Venecia en la que a pesar de sentirse profundamente español Fortuny paso la mayor parte de su vida y que influyo decididamente en su estilo.
Quizás una de las facetas más desconocidas y recuperadas por esta exposición fuese su trabajo como escenográfo, en el que además de diseñar un fantástico vestuario para obras como Otelo, el cual influiría decisivamente en la película homónima de Orson Wells, Fortuny fue un paso más allá innovando el mundo de la luminotecnia teatral gracias a su famosa “Cúpula Fortuny” un procedimiento de iluminación escénica por luz indirecta que revolucionó la puesta de escena teatral.
"El mago de Venecia" es un merecido homenaje a uno de los mayores y más interesantes artistas españoles del siglo XX, un artista multidisciplinar que no solo marcó un antes y un después en el mundo de la moda y la estampación sino que cultivó con gran éxito otros muchos campos del arte.
Fuente "Exposición Inspiraciones" Comentario del 10 Feb, 2010 | Marta de Orbe  en la revista Logopress