Durante el mes de setiembre tuve la oportunidad de visitar esta exposición en el Paseo del Buen Pastor, Córdoba, Argentina.
Adelia María Setto, pintora cordobesa que no se ha doblegado por sus problemas de salud que la obligan a trabajar sentada en la posición de Buda y que sigue produciendo, ahora pintándose a sí misma en estas 15 obras autorreferenciales. En el 2001, Adelia creó la Fundación Añil, Centro de Resiliencia dedicado a promover las fortalezas de niños y jóvenes con intelecto común, en desventaja física o social.
Imparte clases de pintura a niños y adultos con la metodología que se refiere al desarrollo del lado derecho del cerebro.
"La desnudez física de una infancia expuesta a las prácticas médicas y a la mirada social, la convirtió en una niña en vidriera.
Sin embargo, sin esconderse, ella aprovechó las fisuras para hacer brotar su verdadera esencia.
Es para agradecerle( a esa niña que fue) que luchara contra viento y marea para el rescate de SÍ MISMA; porque fue de su mano, que la mujer se desnudó."
"Tras hacer un alto para recuperar fuerzas, una vez más la pintura me salva la vida"
La muestra es un recorrido por diferentes edades de la autora, que arranca a los tres años, pasa por la adolescencia hasta llegar a la actualidad. Se pinta a sí misma acompañada de diferentes personajes que influyeron en su vida. Así, se pinta con Kafka en diferentes momentos edades; también se la ve en su taller, acompañada por Gelsomina, el personaje de LA STRADA de Fellini; evoca los versos de Prevert y a un ídolo del rock italiano.
Su pueblo gringo, en la Pcia.de Córdoba donde nació en 1952, y la Italia donde vivió de joven, dejaron en ella improntas resilientes.
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